La tributación en la declaración de la renta por el régimen de módulos, también conocido como Estimación Objetiva, se basa en el cálculo del rendimiento neto de la actividad económica a partir de unos parámetros o módulos previamente establecidos, y no en la diferencia real entre ingresos y gastos. Este sistema está dirigido a determinados autónomos y actividades empresariales. 

Puntos clave de la tributación por módulos

  • Rendimiento neto estimado, no real: La principal diferencia con la estimación directa es que no se tienen en cuenta los ingresos y gastos reales del negocio. En su lugar, el rendimiento se determina según una serie de indicadores o módulos fijados por la Agencia Tributaria, como el personal empleado, la superficie del local, la potencia eléctrica o la capacidad del vehículo.
  • Pagos fraccionados trimestrales: Durante el año, los autónomos en este régimen realizan pagos a cuenta del IRPF mediante el Modelo 131. A diferencia de la estimación directa, donde el pago es un porcentaje de los beneficios, en módulos se paga una cantidad calculada según la aplicación de los módulos correspondientes a la actividad.
  • Declaración anual de la Renta: Al presentar la declaración anual de la Renta (IRPF), el contribuyente debe incluir el rendimiento neto calculado por módulos. Los pagos fraccionados trimestrales realizados a lo largo del año se restan de la cuota final del impuesto, de manera que la declaración puede resultar a pagar o a devolver.
  • Condiciones y límites: Para poder acogerse a este sistema, la actividad económica debe estar incluida en la Orden del Ministerio de Hacienda que lo regula. Además, existen límites de facturación y de volumen de compras. En 2025, por ejemplo, el rendimiento neto del año anterior no debe superar los 250.000 euros (o los 125.000 euros si se factura a empresas o profesionale
  • Obligaciones contables simplificadas: Este régimen simplifica la carga administrativa para el autónomo, ya que las obligaciones contables y registrales son menores que en el régimen de estimación directa. No se exige llevar un registro detallado de ingresos y gastos para el IRPF, aunque sí para el IVA.
  • Voluntariedad y permanencia: La estimación objetiva es un régimen voluntario al que se puede renunciar. Sin embargo, la renuncia o la exclusión por superar los límites de facturación implica tributar por estimación directa durante al menos tres años.

Proceso simplificado de tributación

  1. Cálculo del rendimiento neto: Se multiplica la cantidad de cada módulo (personal, local, etc.) por su valor unitario anual. El resultado es el rendimiento neto de la actividad.
  2. Pagos a cuenta del IRPF: Con el rendimiento neto estimado, se calculan y se pagan las cuotas trimestrales (Modelo 131) aplicando un porcentaje según si se tienen o no empleados.
  3. Regularización en la Renta: En la declaración anual, se declara este rendimiento neto por módulos, y los pagos realizados a lo largo del año se descuentan de la cuota final del IRPF. 

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